Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta casa de playa se diseñó para una familia de 3 generaciones como residencia de verano. El terreno, de 12.5 metros de frente al mar y 170 m. de fondo, tiene una configuración considerablemente alargada. La idea del proyecto fue trabajar de modo que prácticamente todas las estancias tuvieran un importante vínculo con el mar y que la conformación volumétrica favoreciera una notable fluidez del espacio rompiendo las barreras virtuales entre el interior y el exterior.
Al acercarse a la casa desde la carretera, esta se presenta como una sucesión de volúmenes a modo de grandes piedras formando un montículo a través del cual se genera una oquedad que permite encuadrar una vista hacia el mar aún antes de acceder a la casa. El concepto espacial de toda el área social de la planta baja es la continuidad desde el patio posterior y el mar. Toda la cancelería se oculta en muros de modo que se concibe el espacio como un gran muelle que atraviesa la casa minimizando las barreras virtuales entre interior y exterior. Este planteamiento permite la integración función de todos los espacios.
La conformación de este espacio es peculiar en tanto que uno de los muros que contienen el espacio es una diagonal que genera que el espacio se vaya abriendo hacia el mar. Esto también permite generar la ilusión virtual de que la casa está más cerca del mar y más lejos de la carretera de lo que en realidad está, de modo que el énfasis de relación hacia el contexto es claramente más estrecho con el mar.
En la planta baja, conteniendo lateralmente el espacio público se encuentra, de un lado la cocina y sus áreas de servicio, y en el otro una recámara de visitas, ambos con vista al mar.
El espacio público se integra como uno solo con la planta alta, de modo tal que las circulaciones de esta se relacionan directamente con el espacio principal del proyecto. Hay cinco recámaras en la planta alta: dos de servicio en la parte posterior y tres principales con vista al mar.
La recámara principal de la casa tiene una presencia particular ya que se proyecta hacia el mar en directa correspondencia espacial con el área social de la planta baja. El dueño de la casa tiene una especial afinidad a dormir en hamaca, costumbre común en la región… de modo tal que generamos un entorno muy especial para ubicar la hamaca de la terraza: la hamaca queda flotando en un espacio que permite disfrutar unos 300º de apertura visual hacia el horizonte sin interrupciones visuales. Esta terraza no está techada de modo que el cielo cenital pueda disfrutarse, más este espacio al tener cerramientos tan altos permite que siempre haya alguna sombra diagonal que genere el confort deseado durante el día. Cabe resaltar que el propietario de la casa duerme en este espacio semiexterior todas las noches, y muchas veces hasta el alba. La conformación volumétrico-espacial de ésta idea se convierte en el principal elemento plástico de la fachada norte y principal de la casa.
Finalmente la casa se erige como un elemento sobrio y de clara expresión volumétrica. La idea de apertura e integración con el mar son claros elementos expresivos de la composición. Es una casa de carácter relajado, tropical y amigable con el entorno.
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